Y te miro desde lejos...
Y al mirarte claro veo,
en tu ausencia presente
y en un sigilo latente;
que es en ese corazón,
en donde anhelo anclar...
Para en su ritmo estallar,
y en amalgamado latir
cobijándome entre llamas,
con tu sangre que me abrace
en cada instante de mis días,
para hacer de mi destino...
Las huellas que tu caminas,
transportándome al extremo
en esa entrega profunda,
cual las aguas de un océano
circundando mi universo,
del que solo tú eres centro,
donde estar y ser en ti...