Son esos besos y abrazos
deleite que el alma anhela,
deleite que el cuerpo clama
deleite por el que espera...
Quién no algún día desea
amanecer entre llamas,
y que entre brasa le arrojen
al infierno más prohibido,
a ese infierno más temido...
Cuánto miedo despierta
el despertar los sentidos,
cuántos seres eligen
acunarlos en silencio
y soñar el paraíso...
Qué es mayor infierno:
Que habitar el propio miedo,
Y renunciar a las caricias
y el temor de lo sentido...