En perspectiva visualizo
tantos caminos andados,
y cada uno de ellos señalizado:
" PRECAUCIÓN
40 km máxima velocidad:
camino sinuoso a un CORAZÓN".
Y haciendo caso omiso,
me aventuré presurosa...
Para llegar hasta ahí,
y dispuesta a todo
sin prejuicio alguno...
Y sin medir daños
ni perjuicio alguno,
sino cegada por el influjo
de un corazón latiendo,
y esa esperanza en mi alma
de llegar a ese destino...
Y tal vez allí,
encontrar así cobijo
para la sed de mis entrañas,
que peregrinas y desorientadas,
sucumbían alentadas...
Bajo la ilusión de un reflejo,
que las imantara hacia sí,
para latir al unísono
habitando en un corazón
accesible , y drenando amor,
que las hiciera sentir vivas...
Pero aunque ninguno
de esos caminos haya sido
anclaje perpetuo, de la sed
que me agobiaba...
Aún así fueron grandes amores,
y cada uno de ellos...